Cuando yo era niña, mi catequista nos llevó a todo el grupo a visitar a unas monjas de clausura que hay en un lugar olvidado de mi ciudad: las Tomasas. 

Yo nunca entendí la clausura hasta que conocí a las Tomasas, unas mujeres extraordinarias y maravillosas que decidieron apartarse del mundo sólo y exclusivamente para orar. 

Ellas procuran que siempre haya alguien en la capilla rezando.

Rezan por lo que les pidas, y también rezan por el mundo. La oración, el rezo y el conjuro son la misma cosa: verbalizamos para materializar.La cuestión es ¿qué estamos verbalizando? ¿Qué estamos atrayendo?El mundo de hoy necesita oración, vibración positiva, apertura espiritual, aprender a mirar al infinito, como dicen los chamanes peruanos.

Y da igual desde qué prisma espiritual lo hagamos, lo importante es que todos aportemos verbalización positiva para nosotros y para el planeta en que vivimos. Amo las plantas, como sabes. Las plantas son capaces de transmitir nuestros mensajes y por eso siempre estoy enseñando sobre este tema. Pero este año va a ser diferente.

Voy a incluir mucha más formación espiritual para ayudar en dos asuntos, por un lado, en el proceso de convertirse en hombre-medicina o mujer-medicina, como dicen los q’ero y los aymara pero, por otro lado para aportar mi grano de arena en la vibración positiva del planeta. Te espero al otro lado: https://tisanasdemiabuela.com/formacion-continua-de-tisanas-de-mi-abuela