La energía femenina se concentra en las semillas como germen de vida y también en las flores. Por eso, en la antigüedad, los roles sexuales se dividieron y mientras los hombres se dedicaron a la caza, las mujeres se dedicaron a la siembra y recolección.
Conexión Vegetal
Dentro de nuestros genes femeninos se encuentra la conexión vegetal que históricamente siempre hemos experimentado.
Por eso en todas las culturas hay Dioses y Diosas y cada uno se encargaba de las cuestiones de su género.
Los Dioses masculinos se encargaban de darle fuerza a los hombres para la caza y la guerra mientras que las Diosas eran las invocadoras de la belleza, la atracción, el alimento…Todas las religiones tienen Diosas, incluidas las religiones monoteístas.
Existe una íntima conexión entre las semillas y las flores con las Diosas Madres y poderosas.
Por eso, el mejor regalo que puedes hacerle a una Diosa es una flor o una semilla y a través de estos elementos vegetales también puedes invocar una Diosa o una Virgen si tu religión es cristiana. Así, una semilla puede convertirse en un talismán vegetal.
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