La destilación de plantas es una de las transformaciones más mágicas que se pueden hacer en el camino de la alquimia vegetal. Para los alquimistas, el aceite esencial es el espíritu de la planta y tiene su lógica. La extracción de aceites esenciales mediante destilación, implica la separación de la parte más volátil de la planta, es decir, su aroma, su esencia. El aceite esencial es, además una sustancias muy delicada y profunda y por ello se considera que es la parte espiritual de la planta a diferencia de su alma (el extracto), dos aspectos que, si bien parecen similares, el alquimista separa en el mundo vegetal.

La destilación es más antigua que nuestra historia escrita. 3.000 años A.C, fue descubierto un instrumento destilador en Pakistán. La destilación se conocía en la antigua Babilonia en 1200 a.C  donde se utilizaba la destilación como método para la extracción de perfumes. De hecho, la perfumería no deja de ser un área claramente definida de la alquimia vegetal.

La alquimia es un arte, es decir, un camino de descubrimiento a través de la experimentación. La elaboración de perfumes también requiere esa vía de descubrimiento y de experimentación y requiere un viaje desde el interior de uno mismo hasta la trascendencia de lo espiritual.

A Egipto, cuna de la alquimia, también llegó el arte de separar la sustancias vegetales mediante el arrastre del vapor. Mucho tiempo después, Alejandro de Afrodisias describiría el procedimiento de la destilación del agua 200 a. D. C. A través de nuestra historia los antiguos destiladores, llamados “Alambiques de Gandhara” elaborados con cristal (los destiladores de cobre aparecieron después),fueron mejorados y transformados para optimizar la destilación del espíritu de las plantas y del espíritu de las bebidas alcohólicas con el fin de lograr procesos continuos y homogéneos.

Aromaterapia

En 1935, un químico francés llamado René-Maurice Gattefosé descubre que los “espíritus vegetales” también tienen capacidad para sanar y empieza toda una trayectoria que en su tiempo tendría un nombre más terrenal y menos espiritual, como de simple investigación, pero que resulta ser el eco de las experiencias que los antiguos alquimistas identificaban como vías de comunicación con Dios, transformaciones espirituales o simplemente, alquimia. Fue Gattefosé quien acuñó el término “aromaterapia” para referirse a las propiedades curativas de los aceites esenciales, la sustancia resultante de las destilaciones de plantas (aunque no es el único método de extracción).

Hoy en día se siguen investigando las propiedades medicinales de los aceites esenciales. Se dice que el aceite esencial de un planta contiene entre 200 y 300 sustancias diferentes, la mayoría por conocer su potencial.