Uno de los jabones más famosos que hicimos en los talleres de Tisanas de mi Abuela (y que se encuentra en el libro «Los remedios de Tisanas de mi Abuela«) es el jabón de arcilla verde y aceite esencial del Árbol del Té. Lo hacíamos con jabón base de glicerina pero descubrí que la fórmula con jabón de sosa también funciona muy bien.

Se hace de la siguiente manera:

Ingredientes:

5 partes de aceite de oliva

5 partes de agua preferiblemente destilada

1 parte y media de sosa cáustica (recuerda protegerte siempre porque la sosa es corrosiva y ten a mano vinagre por si te cae en la piel).

5 cucharadas soperas bien colmadas de arcilla verde

30 gotas de aceite esencial de árbol del té.

Formas de hacerlo:

Preparas la «lejía» que es mezclar la sosa con el agua y esperar a que «hierba» (se pone caliente) y, mientras, mezcla todo lo demás en una batidora. Cuando pasen unos minutos echas la lejía con mucho cuidado para evitar salpicaduras.

Tiene que mezclar todo hasta que la consistencia es la de una mayonesa y después se deja reposar y curar durante 1 mes. No olvides hacer todo en un lugar ventilado porque la sosa, en contacto con el agua, emana un gas tóxico.

Si te da miedo usar estos ingredientes, entonces sólo tienes que comprar jabón de glicerina (medio kilo), calentarlo al baño maría a fuego lento y, cuando esté líquido,  añadirle la arcilla verde y el aceite esencial.

Cuando hice estos jabones, regalé unos cuantos a mis clientes y luego me encargaron muchísimos.

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