Hay mucha información contradictoria sobre qué hay que hacer con los restos vegetales de haber hecho un sahumerio mágico o  una pócima o un filtro de amor o cualquier otro ritual con plantas.  Siempre te invitan a que vuelques sobre otra maceta esos restos pero creo que es más conveniente aplicar ciertas lógicas para ser más precavidos a la hora de practicar nuestra magia con plantas. Para empezar, hay que entender que todo depende de los materiales que utilizamos y del fin con el que usamos esa magia así que voy a intentar explicar la lógica de cómo trabajar este aspecto que es tan importante como el ritual mismo.

Empecemos con la parte mágica

Dentro de la magia con plantas, cada ritual tiene una finalidad. Algunos son de limpieza y otros son de invocación o atracción. Con los de limpieza, limpiamos las malas energías y desbloqueamos posibles obstáculos que nos impiden avanzar. Con los de invocación o atracción, atraemos energías a nuestras vidas como por ejemplo, cuando atraemos el amor a través de la elaboración de un filtro de amor.

Por lógica, si utilizamos plantas para limpiar y desbloquear, cuando ya hayamos usado esas plantas ¿Qué tendrán los restos? Obviamente energía oscura, suciedad energética… en fin.  Lo lógico es que esos restos no estén cerca de nosotros así que no tiene sentido ninguno echarlo sobre una maceta y además no es justo para la planta de esa maceta. El destino de estos restos debería llevarse a lugares sagrados: bosques, mar, ríos… si no podemos llevarlo a esos sitios, los mezclaremos con sal y lo tiraremos en la basura dentro de una bolsa atada con un nudo para que las personas que trabajan en ese ingrato pero necesario trabajo, no toquen la energía de esos restos mágicos.

Sin embargo, si la magia utilizada ha sido para atraer buenas energías (por ejemplo, los restos de tintura de una pócima de abundancia) ¿qué van a tener esos restos? Sólo van a tener buena energía así que no pasa nada si esos restos los volcamos sobre nuestras macetas o, lo que es más interesante, los secamos al sol y los utilizamos como incienso ya que pueden quemarse perfectamente para seguir atrayendo buenas energías para nosotros.

Ahora la parte material

Al margen de estas diferencias mágicas, los restos de un ritual pueden ser orgánicos o contaminantes y esto también lo tenemos que tener muy en cuenta a la hora de desechar los restos de nuestros rituales. Son orgánicos cuando se trata sólo de plantas o cenizas y pueden volcarse en cualquier lugar donde, según los criterios anteriores, debamos dejar esos restos. Sin embargo, son contaminantes si vienen de haber elaborado una tintura, oleato, vela o similar porque las grasas o el alcohol no son buenas para las plantas y menos aún para el agua. Se dice que una sola gota de aceite es capaz de contaminar toneladas de agua. Entendiendo esto ¿Qué vamos a hacer con los restos contaminantes? Pues nuevamente tenemos que diferenciar entre restos de magia de limpieza y restos de magia de atracción. Los primeros tendremos que desecharlos en la basura, en su contenedor adecuado y protegiendo al empleado que manipula las basuras como hemos indicado anteriormente.  Los de atracción podremos reutilizarlos. Tanto si están sumergidos en aceite o en alcohol pueden quemarse y por lo tanto podrán seguir atrayendo energías buenas para nosotros.

 

Si te gusta la magia con plantas o magia vegetal, apúntate a nuestra formación gratis: