¡Tu carrito está actualmente vacío!
Las mentes científicas niegan la parte mágica de las plantas y les parece absurdo pero, lejos de lo que ellos creen, no tienen toda la información.
Miremos una planta aromática. Sus aceites esenciales tienen alrededor de 200 principios activos.
El científico coge uno de esos principios y experimenta con él, coge una muestra de personas o de animales y va probando hasta que demuestra para qué sirve ese principio activo.
Luego hace un medicamento con ese principio activo aislado pero su medicamento cura algo y enferma otra cosa porque ha sido aislado, no se ha contado la interacción que el resto de principios activos hace en conjunto.
Lo único que aprende el científico es que x sustancia sirve para x cuestión.
Sin embargo, no sabe por qué. No sabe por qué la silimarina ayuda a limpiar el hígado. Sabe como actúa, lo que hace, cómo lo hace… pero no sabe por qué.
La planta desarrolla sustancias para autosanarse que, a su vez, sanan a los animales y a los humanos porque estamos hechos de lo mismo… pero hay un por qué y donde hay un por qué hay una conciencia.
Es apasionante comprender la parte científica pero lo es aún más comprender el «porqué primario» de las cosas porque ahí es donde yo veo a Dios.
Si te apetece explorar conmigo… te espero al otro lado: https://tisanasdemiabuela.com/formacion-continua-de-tisanas-de-mi-abuela