La árnica  (Arnica Montana) es una planta que no puede ingerirse porque contiene cierta toxicidad pero aplicada es capaz de aliviar dolores musculares y articulares. Hoy vamos a aprender a hacer un oleato de árnica en menos de una hora.

Te interesa saber esto

Antes de explicarte cómo hacerlo, te contaré lo que pienso de los oleatos. Hay dos tipos de plantas medicinales, las plantas con aceites esenciales y las plantas sin aceites esenciales como es el caso de la árnica. Los aceites esenciales se degradan o evaporan fácilmente cuando aplicamos calor así que es conveniente no elaborar oleatos con calor cuando se trata de este tipo de plantas porque muchos principios activos se encuentran en sus aceites esenciales (de hecho se calcula que el aceite esencial de una planta aromática existen alrededor de 200 moléculas químicas diferentes que conforman diferentes principios activos que interactúan entre sí). Así que el calor no es una opción en plantas como, por ejemplo,  romero (también utilizado para la inflamación de articulaciones y contracción de músculos) o lavanda (relajante).

Las plantas no aromáticas no tienen ese problema  y por eso podríamos utilizar calor. El calor se utiliza para concentrar el oleato en menos tiempo y para que algunos principios activos, que se transforman con el calor, estén presentes en la forma en que nos es necesario. No siempre vamos a saber qué principios activos necesitan calor para funcionar mejor y cuáles no. Tendríamos que investigar fuentes fiables de fitoterapia o en su defecto, optar por la siempre lenta pero infalible técnica del ensayo-error.

Ante la duda, en frío

Así que a la hora de hacer un oleato, la maceración en frío siempre es la mejor opción pero en casos de urgencia en el que necesitamos el remedio ahora y no tenemos tiempo de esperar, podemos hacer un oleato en caliente de plantas como árnica, caléndula, raíz del traidor, harpagofito, hierba de san juan…

La receta

Una vez entendido esto, te voy a dar una receta muy sencilla de cómo hacer un oleato en menos de una hora de árnica para aliviar el dolor.

Necesitarás:

  1. Tarro de cristal con cierre hermético.
  2. Flores de árnica
  3. Aceite de oliva virgen extra.

Echa las flores en el tarro sin llenar el tarro del todo (debes dejar dos dedos desde la boquilla del tarro, libre de flores). Echa aceite de oliva hasta cubrir las flores. Cierra el tarro herméticamente y agítalo con fuerza para que todas las flores de árnica queden bien empapadas.

Ahora toca ponerlo en una fuente de calor que antiguamente se conseguía colocando el tarro al sol durante al menos cuatro horas o cerca de una chimenea. Pero nosotros tenemos un avance tecnológico que nos va a permitir elaborar el oleato mucho antes. Consiste en meter el tarro en el lavavajillas y hacer un lavado habitual de tus platos. Cuando haya terminado de lavarse los platos tendrás elaborado un oleato listo para aplicar. La temperatura del lavavajillas es lo suficientemente estable como para elaborar oleatos de plantas no aromáticas bastante interesantes.

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