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Muchas personas piensan que la posible interacción de las plantas con la medicación debe ser poco real porque las plantas «son naturales». Sin embargo, como sabes, algunas plantas pueden matarte si las tomas así que… por muy naturales que sean no son inofensivas. Las plantas interaccionan aumentado el efecto del medicamento, reduciéndolo, bloqueándolo completamente o creando una sinergia.
Bloqueadoras de medicamentos
Las más peligrosas, obviamente, son las que bloquean la acción del medicamento porque impiden que sean sintetizados y por tanto, peligran la salud de paciente. Las dos plantas más conocidas en ese sentido son la Hierba de San Juan y el pomelo pero no son las únicas. Éstas concretamente bloquean esos medicamentos que se sintetizan en el hígado. Por eso siempre se dice que no debe tomarse hipérico cuando se está tomando tratamientos hormonales.
Por lógica no debemos tomar una planta que tiene la acción contraria al medicamento (por ej. Plantas astringentes con medicamentos laxantes, plantas que suben la presión con medicamentos que la bajan etc).
Tampoco debemos tomar plantas que tienen la misma acción (por ejemplo, plantas anticoagulantes con medicamentos anticoagulantes) porque estamos impidiendo que el médico que nos está tratando, tenga control sobre su tratamiento.
Si dudas….
Ante la duda, no combines tratamientos naturales con medicinales. Sigue los consejos del médico y cuando estés libre del tratamiento, entonces puedes apostar por lo natural.
Y sobre todo, no abandones un tratamiento medicinal por uno fitoterapéutico porque en la dosis está la cuestión. Un médico controla la dosis de un medicamento pero cuando trabajas con plantas, estás trabajando con dosis irregulares.
El momento perfecto
Desde mi punto de vista, el momento idóneo para tomar medicamentos es cuando nos han diagnosticado alguna dolencia que pudiera tratarse con plantas pero el médico no ha tomado una decisión y espera a un análisis posterior para iniciar un tratamiento. Es el caso de personas que tienen el colesterol alto pero no lo suficiente o que les ha subido el nivel de T3 u otros parámetros que podrían indicar un tratamiento más adelante. Ese preciso instante es especialmente idóneo para tratarse con plantas porque pueden ayudar a regular los niveles y evitar la medicación.