Sin darnos cuenta, dentro de las plantas que tomamos a diario, las infusiones, las cáscaras de la fruta y otras… hay todo un mundo de alimentos para otras plantas. En este artículo vas a encontrar algunas ideas para reciclar tus restos vegetales con el fin de alimentar a tus plantas vivas.

Planta seca.

Al espolvorear planta seca sobre la tierra de tu maceta aportas varios beneficios. Por un lado, la planta seca actúa de mantillo, manteniendo la humedad a raya así como los hongos y por otro lado, le aporta nutrientes a la tierra. Puedes echar el té que no tomas porque lo compraste y no te gustó o las hierbas y especias secas que llevan demasiado tiempo en tu alacena o que ha cogido bichos y no las puedes consumir.

Resto de infusiones

Cuando hagas una infusión, no tires los restos a la basura. Son un excelente abono para tus macetas.

Polvo de cáscara

Todas las cáscaras de haber pelado una manzana, un pepino, un tomate… puedes ponerlas al sol y cuando estén secas, molerlas y con ese polvo, abonar tus macetas. Una de las cáscaras más interesantes es la del plátano por su calidad nutricional.

Restos fermentados

En vez de secar los restos, puedes fermentarlos dejándolos en un lugar amontonados hasta que tengan un aspecto parecido a la tierra. Ese lugar debe estar bien drenado para que el agua de los vegetales desaparezca y poco a poco se vayan secando los restos.  Después se lo añades a las plantas y es el mejor abono que existe. Tiene ventajas e inconvenientes. Las ventajas son, sobre todo, su riqueza nutricional y enzimática y las desventajas, su pestilencia y el hecho de que atraerá insectos. En cuanto a los restos que puedes usar, son perfectas las cáscara de todo (patatas, manzanas, tomates, etc), restos de plantas, hojas secas, la borra del café… en fin, todo residuo herbal con el que te encuentres en tu día a día.

Purín de hortigas:

El purín de hortigas suele utilizarse para espantar los pequeños depredadores de las plantas pero curiosamente también es un excelente abono. Consiste en dejar fermentar en agua, matas de hortigas que hayas arrancado para limpiar tu jardín. Pasadas unas semanas puedes espolvorear el agua sobre tus macetas. Te lo agradecerán en todos los sentidos.

Criadero de lombrices

El criadero de lombrices es una interesante forma de reciclar los restos vegetales de tu día a día. En vez de dejarlos fermentar, se los das a las lombrices de come en un criadero que tiene que estar en zona oscura porque las lombrices necesitan mucha oscuridad y resguardarse del calor. Ellas convertirán más rápidamente esos restos en un abono de excelente calidad.

¡Un consejo al respeto! Ve a una tienda de pesca y compra lombrices… así estarás salvándolas de ser cebo para peces.

 

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