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Aunque cada árbol tiene un destino mágico y una fuerza y propiedades únicas, el caso es que todos los árboles en su conjunto, tienen un papel imprescindible dentro de la ritualidad mágica.
Conexión entre el Cielo y la Tierra
La magia intuitiva nos dice que los árboles tienen una importante conexión con los dos mundos (el terrenal con el celestial). El árbol se nutre de la Madre Tierra profundamente enraizado en ella y a su vez es el ser vivo que más se eleva hacia el cielo desde la tierra (los pájaros tienen que hacer una desconexión con la tierra para elevarse). Por eso hacen de puente entre ambos mundos. Cualquier árbol, sea el que sea, nos ayuda a penetrar con lo mágico y con lo espiritual sólo tocándolo. De ahí que el acto de abrazar un árbol sea tan energético.
Anclados a un lugar fijo
La salvia de los árboles viaja a través de su corteza. Por eso se mata un árbol simplemente desconectando la corteza en todo su perímetro. Es donde todo el mensaje energético viaja de la tierra al cielo y desde el cielo a la tierra. Al tocar un árbol se puede conocer su mensaje. Los árboles son silenciosos testigos del pasar del tiempo y comprenden con una energía inigualable la fortaleza mágica del lugar. Además, contienen dentro de sí las energías negativas de actos que surgen en el lugar. Si a la sombra de un árbol ha ocurrido algo negativo, el árbol contiene esa energía y evita que se expanda por otros lugares.
Los árboles se comunican entre sí a través de sus raíces y a través de sustancias que emanan de sus hojas para advertir a otros árboles de posibles peligros y de otras cuestiones importantes y son capaces de solidarizarse con el árbol que sufre por falta de nutrientes, de agua, por ahogo o porque no encuentra su verticalidad. Un árbol torcido es un árbol que está tratando de contener sin éxito un desarreglo de la tierra…. pero tiene que hacer ese trabajo por el bien de la comunidad.
Los árboles no desean ser movidos de donde han nacido de forma natural. Tienen una conexión con la tierra del lugar donde nacieron que dura toda su vida. Si sembraras un árbol en un lugar y te lo llevaras a otro completamente diferente, todo lo que ocurriera en el lugar de origen lo sienten y lo experimentan.
Justicia
La magia intuitiva, también nos indica que los árboles hacen una división de sus depredadores. Son generosos con los animales de la tierra y del cielo y dividen sus nutrientes entre ambos de una forma equitativa. Por eso los árboles, en general, son los moradores de la justicia. Basta llevar unas hojas de cualquier árbol (o unas semillas de un fruto) para protegerse de injusticias o cuando nos vemos sometidos a un juicio de cualquier tipo. También nos sirve de equilibrio si la injusticia es una percepción personal irreal, es decir, cuando creemos que el mundo es injusto con nosotros y realmente no lo es, abriéndonos los ojos y ayudándonos a comprender el mundo. También podemos ayudar a personas que sufren este tipo de injusticias colocando debajo de sus almohadas o camas una semilla de un árbol encantada para este fin.
Protección
Por supuesto, el árbol es el gran protector y el nutridor. Es el mensajero de la Madre Tierra y actúa favoreciendo los deseos de ésta. Todo lo que tiene que ver con el desamparo puede comunicársele a la Madre Tierra hablando con un árbol para que éste haga de mensajero. Por eso, de forma intuitiva hacemos casas con madera, porque es como más protegidos nos sentimos.
El árbol de la vida:
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