El libro de Andreas Moritz, «Limpieza hepática y de la vesícula: una poderosa herramineta para optimizar su salud y bienestar» acierta cuando habla de la importancia de cuidar la salud de nuestro hígado. Nuestros hábitos colapsan el hígado en muchos sentidos. El alcohol, los medicamentos y todos los tóxicos a los que estamos expuestos, sin duda, hacen trabajar en exceso nuestro valioso órgano. Sin embargo, el método que propone Moritz, desde mi punto de vista es demasiado agresivo, hasta el punto en que debes estar tumbado boca abajo so pena de que puedas sufrir un bloqueo en los conductos biliares. Además hablan de la importancia de hacer más de una e indican que si sólo haces una podrías sufrir de piedras en la vesícula. La técnica me parece tan agresiva y tan peligrosa como innecesaria. Consiste en que durante una semana estás tomando zumo de manzana. Cuando llega el día de la limpieza debes tomar medio vaso de aceite y sales de epsom y estar tumbado boca abajo durante unas horas para que se formen las piedras y puedan defecarse (el proceso es más delicado y tiene más pasos pero se resume en esta descripción).

El periódico «El diario«, publicó un artículo titulado «Por qué la limpieza de hígado es una falacia» haciendo reflejo de un artículo que fue publicado en The Lancet. Contaba en el artículo la historia de una mujer que hizo la limpieza de hígado tal y como indican las instrucciones y guardó las supuestas piedras que había defecado después de hacer esa limpieza. Esta vez, dichas piedras fueron analizadas y comparadas con las piedras que se generan en la vesícula y descubrieron que su composición era completamente diferente. Las piedras formadas por la limpieza no tenían colesterol, ni calcio ni bilirrubina como sí tienen las verdaderas piedras y en realidad consistían en una saponificación del aceite de oliva ingerido. La mujer había convertido su cuerpo en una fábrica de jabón.

Para entendernos, el jabón se forma cuando a una grasa le añades una sal alcalina, como es el caso de las sales de epsom y eso es lo que ocurre cuando hacemos la famosa limpieza de Andreas Moritz.

Plantas que sí ayudan a limpiar el hígado

Según el médico Antonio Hernández, hay dos plantas que sí han demostrado limpiar el hígado. Por un lado, la silimarina, un principio activo contenidoen el cardo mariano ha demostrado ser el mejor principio activo que ayuda a limpiar el hígado. Es conviente acompañarlo de un complejo de vitaminas b para mejorar su eficacia. Por otro lado, las catequinas del té verde también son efectivas para este fin. Un consumo de estas plantas durante cierto tiempo, ayudan a mantener el hígado limpio y sin hacer limpiezas peligrosas de las que no sabemos sus riesgos, a mi parecer.

Remedio natural

Desconozco su eficacia, pero una vez me dio un médico una receta natural para mantener el hígado sano. Consistía en macerar en agua durante una noche (en el frigorífico) una rama de apio, media cebolla, cuatro dientes de ajo y el zumo de medio limón. Al día siguiente, se añadía el zumo del otro medio limón y se tomaba en ayunas. Personalmente estuve practicándolo y la sensación es muy confortable a nivel digestivo… pero desconozco cuán efectivo puede ser para limpiar el hígado. Sin embargo, las plantas mencionadas anteriormente son la mejor opción, ante la duda.

En cualquier caso, sobre todo, siempre es bueno no castigar el hígado, obviamente. Una dieta rica en verde, grasas vegetales y evitando el alcohol y medicamentos innecesarios se convierten en un aliado para un hígado sano.