Durante mucho tiempo se ha vendido la alcachofa como un suplemento para adelgazar y conviene aclarar algunos aspectos sobre este suplemento para llegar a entender sus verdaderos efectos sobre este aspecto, ya que existe mucha confusión con respecto a los efectos que las plantas tienen sobre la salud y, en especial, sobre este asunto de adelgazar.

El siguiente estudio refleja la relación que hay con un consumo en el tiempo de alcachofa y un posible efecto sobre los niveles lipídicos de los sujetos (ratones) que fueron objeto de estudio (consultar aquí el estudio). Los resultados indicaron que los animales dieron un claro reflejo de reducción de los niveles lipídicos tras la ingesta de alcachofa durante un tiempo prolongado.

Cuando un estudio se refiere a los niveles lipídicos, se está refiriendo a los liveles de triglicéridos y el colesterol (concretamente LDL o colesterol de baja densidad, el famoso colesterol malo). De hecho, el estudio, recomienda los suplementos de alcachofa para acompañar en los tratamientos hipolipidemiantes (cuando se le da a los pacientes medicación para reducir triglicéridos y colesterol).

Estos resultados, suelen ser interpretados como que los suplementos «bajan los niveles de grasa» o son «quemagrasas», algo que es bastante desacertado y finalmente, el marketing y la publicidad hacen el resto.

La interpretación que hace la población sobre los anuncios alrededor de los efectos «adelgazantes» de la alcachofa, lleva a la población a creer que la alcachofa es la solución perfecta para seguir llevando una mala alimentación y una vida sedentaria y que resolverá todo a base de tomar el suplemento.

La conclusión de todo esto es que, una buena planta, que es depurativa del hígado y que, como indica el estudio, puede mejorar los niveles de colesterol y triglicéridos si la alimentación es, al menos neutra, (normalmente estos estudios se le ofrecen a los animales, dándoles a la vez, una alimentación que no influya ni positiva ni negativamente sobre los resultados), se malvende como una planta adelgazante, quemando la buena fe del consumidor y arriesgando también la salud, ya que éste deja de percibir como necesario hacer cambios en la dieta.

Si nuestra alimentación sigue siendo pésima y nuestra vida sigue siendo sedentaria, no hay planta o suplemento que pueda contrarrestar el efecto nocivo de nuestros hábitos. La alcachofa debería verse como lo que es, una gran ayuda si acompañamos nuestra vida con opciones saludables.

Quizá te resulte más fácil entender esto mediante una metáfora: imagínate que tienes una casa en ruinas y decides pintar las paredes. Por muy blancas que estén las paredes, la casa sigue teniendo graves problemas de estabilidad. La pintura no hará que la casa se sostenga y lo primero que tienes que hacer, antes de pintar las paredes, es mejorar la estructura: hacer cambios nutricionales que afecten directamente a tu salud.

También es importante hacer reflejar que los suplementos de alcachofa, no contienen el fruto. La mayoría contienen la planta, también llamada alcachofera. A diferencia del fruto, la alcachofera es amarga. Las plantas amargas depuran el hígado porque, por lo general, lo amargo es interpretado por el organismo como un alimento que debe rechazarse (de hecho la mayoría de los alimentos suelen tener sabores no amargos y muy poquitos escogemos por su amargor). El hígado responde al sabor amargo emitiendo bilis y por eso se produce una depuración.

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