Principio de generosidad. Este principio afirma que las plantas son generosas por definición, que han venido a este mundo a alimentarlo y que puedes tomarlas porque ellas han decidido que así sea. Pero es recomendable siempre pedirle permiso. ¿Qué ocurre cuando una persona que no está acostumbrado a que le pidan permiso por su trabajo de repente se lo pides? Te lo dará con más generosidad, más amor, más eficacia e incluso más rapidez, porque estará más agradecido por tu reconocimiento. Los vegetales que has comprado en un supermercado no han sido recogidos bajo este principio pero tú tienes la oportunidad de enmendar eso pidiéndole permiso antes de cocinarlo.