Bach fue un seguidor del creador de la homeopatía, Samuel Hahnemann sobre tus estudios de la homeopatía y siguió su camino enfocándose en sólo unas cuantas flores, concretamente 35, fundando su terapia de esencias florales.
Para entender cómo funcionan las flores de Bach y por qué aportan esos beneficios, primero tienes que entender la homeopatía y cuál es su objetivo. La homeopatía se basa en extremar las condiciones de algo que es muy real que es la hormesis.
La hormesis es un fenómeno que ocurre con todas las sustancias tóxicas y venenos del mundo y es que una cantidad muy pequeña de una sustancia tóxica provoca en el organismo un efecto contrario al daño que el veneno provoca, formándose una curva en forma de U invertida que explica el fenómeno: las dosis pequeñas hacen el efecto contrario y eso ha permitido la fabricación de antídotos de venenos entre otras cosas. El propio Hipócrates ya hablaba de este principio.
La homeopatía es el resultado de llevar la hormesis al extremo considerando que si un tóxico en pequeñas dosis tiene el efecto contrario, entonces una disolución muy elevada de una sustancia tóxica podría actuar en forma de cura.
Las sustancias homeopáticas son disoluciones de elementos con todo tipo de efectos, tóxico o no tóxicos, que tienen como objetivo combatir enfermedades partiendo del principio de la hormesis. Por ejemplo, podríamos hacer una dosis homeopática del café para personas que sufren insomnio.
Lo que los científicos critican a los homeopáticos es que las disoluciones son tan elevadas que es muy difícil que en el producto final haya suficiente cantidad como para producir el efecto hormético, ya que la sustancia madre se disuelve más de 20 veces y por tanto al final lo que va quedando es prácticamente agua. Los defensores de la homeopatía aseguran que en las últimas soluciones hay suficientes micropartículas para generar actividad en el organismo.
Los beneficios de las disoluciones homeopáticas es, sobre todo, que no tienen efectos secundarios.
Así se hacen las flores de bach:
Las flores de Bach, son soluciones de una tintura madre de flores. La tintura madre se hace de una forma muy sencilla: se recolectan las flores frescas antes del amanecer y se colocan en un tarro de vidrio con agua de manantial u osmotizada (en realidad da igual el tipo de agua porque las plantas van a soltar sus principios solubles en agua de igual manera pero un agua de buena calidad influye en el resultado final). Se colocan al sol durante al menos cuatro horas. Pasado ese tiempo, se filtran las flores y se le echa una sustancia conservadora que suele ser coñac en una proporción de una parte de coñac por 9 partes de la tintura de flores.
El resultado es una tintura madre. A partir de ahí se empiezan a elaborar las disoluciones. Consisten en añadir una parte de tintura madre en 100 partes de agua. Una vez añadida, se agita durante mucho tiempo para estar seguros de una buena disolución, (Hahnemann hablaba de agitarlo cien veces, golpeando el tarro con la mano en parte inferior aunque actualmente existen unas máquinas que hacen ese trabajo). El resultado sería la primera solución, también llamada 1/H.
Las tinturas originales de Bach son 500H, es decir, que se ha producido 500 disoluciones. A esta disolución final, se le añade coñac para su conservación.
Personalmente, considero que no son necesarias tantas disoluciones. De hecho, yo no haría más de 30H y posiblemente trabajaría con una disolución de 15H o menos pero, por supuesto, lo interesante es que practiques, que lo pruebes en ti y que decidas tu solución perfecta.
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Dicen que Bach destruyó todo su trabajo antes de morir. Sería interesante saber por qué lo hizo. Todo su trabajo se apoyó en 35 flores entre los millones de especies que pueblan nuestro mundo… sería, por tanto, fascinante, conocer las propiedades de otras plantas y efectos. Basta con que experimentes, pruebes y anotes… eso es todo.