Para hacer queso a partir de yogourt tenemos que extraer el suero. Para ello pasamos todo el yogourt por un colador de tela y la parte sólida es la que vamos a utilizar. El suero (la parte líquida) no se tira. Es muy probiótica y está cargada de proteínas de alta calidad. Se puede añadir a batidos vegetales e incluso se puede usar para hacer fermentaciones vegetales.
Una vez que hemos extraído la parte sólida, podemos trabajar ésta como trabajamos con el cuajo. Podemos dejar secar, macerar en aceite.
La mejor fórmula es la siguiente:
Echamos el yogourt en un bote de cristal, le añadimos un poco de sal y le añadimos fermento azul (lo podemos recoger de otro queso azul) y cerramos el bote dejándolo en el frigorífico durante unos meses. El resultado es un queso azul en forma de crema con un sabor exquisito.
También podemos hacer un camembert con esta misma técnica.