Más que ningún otro conocimiento, la práctica de la alquimia lleva a resultados que dependen de muchos aspectos: el estado del laboratorio, los materiales y herramientas…. pero en la alquimia con vegetales hay dos elementos que influyen notablemente en el resultado final. Por un lado, el espíritu vegetal y, por otro, el espíritu del operador.

Más que ninguna otra ciencia (aunque desconozco si a la alquimia se le puede considerar ciencia), la alquimia tiene un claro componente espiritual. Del estado de planta y ser humano, depende el éxito de los procesos.

En cuanto a la planta, su forma de crecer, los depredadores que ha soportado, las inclemencias del tiempo, el momento de recogida etc… puede influir en los resultados.

En cuanto al operador, su personalidad escrupulosa, su estado de ánimo, su disciplina o su interpretación de los procesos, son claros aspectos influenciadores del resultado alquímico.

Por eso la alquimia no es un resultado, es un camino. La práctica de este noble conocimiento, es la práctica de un autoconocimiento de uno como espíritu envuelto en el universo que lo contiene.

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